Nuevo reporte: ¿Sabrán reinventarse las universidades post-pandemia? #COVID19
Las instituciones tradicionales ahora deben concebir las experiencias de aprendizaje remoto como un aspecto central del proceso integral de formación. Este enclaustramiento global también representa una gran oportunidad para quienes promovemos que los docentes universitarios dejen de ser meros divulgadores de contenidos y se transformen en diseñadores de experiencias de aprendizaje.Junto a universidades en más de 10 países de Iberoamérica hemos codiseñado cientos de experiencias donde se aspira a que el docente deje de mostrarse como el más inteligente del aula y promueva que la red ad-hoc de estudiantes sea el centro del proceso de aprendizaje: creación de redes autogestionadas hacia la ejecución de retos.
Como cualquier organización que deba innovar de forma impuesta por condiciones sociales o de mercado, muchas universidades han llegado con una preparación insuficiente a esta adaptación, aplicando voluntarismo y replicando en la virtualidad modelos de aprendizaje que ya están siendo obsoletos en la presencialidad. Más allá de algunas buenas prácticas de colegas docentes y equipos de desarrolladores, la pandemia demuestra que la mayoría de universidades de iberoamérica están en vías de desarrollo en cuanto a lo digital. Cuando finalice el confinamiento, ¿cómo se aprovechará esta crisis para una integración del aprendizaje híbrido y la superación definitiva del binomio presencial-virtual? ¿La hibridación podrá ser el argumento principal para que las universidades desarmen el modelo compartimentado de las asignaturas y ofrezcan múltiples itinerarios de aprendizaje, flexibles y autogestionados por el estudiante? ¿Será la oportunidad definitiva para romper el estigma de que el aprendizaje a distancia es de menor calidad que el presencial? ¿Cómo justificarán las instituciones superiores que miles de estudiantes muevan sus cuerpos -generando una huella de carbono e invirtiendo tiempo y dinero- para trasladarse hacia el campus y vivir una experiencia de aprendizaje de igual o menor relevancia a la que vivieron durante la pandemia? Internet existe hace más de cuarenta años y los grupos de investigación universitarios han sido actores fundamentales en su consolidación.
La World Wide Web ya cumplió treinta años. Más de la mitad del planeta tiene acceso a algún tipo de contenido en línea. Sin embargo, existe una conectividad de tipo tecnológica y otra cognitiva y conceptual que sigue presentándose como un desafío central para muchas instituciones de educación superior. Llevamos tres décadas observando y ejecutando prácticas de cultura digital en la educación formal. Y aunque la cultura digital forma parte de nuestras vidas en la mayoría de las interacciones sociales, hasta ahora dichas prácticas han emergido más en las periferias de la institucionalidad universitaria que desde los tomadores de decisión. Weller (2020) reflexiona sobre el ritmo diferente de los cambios en la educación superior: “La tecnología educativa no es un juego para impacientes (…) Las universidades están aquí mucho tiempo antes que Google y esa longevidad es parte de su atractivo. Esto implica un cierto conservadurismo con respecto a las tendencias actuales, y se resisten a abandonar prácticas existentes en favor de la última tecnología. (…) Esta es una de las principales diferencias, y a menudo mal entendidas, entre la educación superior y otros sectores de los que con frecuencia se le pide a las universidades que aprendan: operan en diferentes frecuencias.” Sin embargo, como en todos los momentos de nuestra historia donde la aparición de cisnes negros promueven acciones de innovación disruptiva, la crisis sanitaria global traerá transformaciones que se llevarán por delante algunas prácticas obsoletas que aún persisten en la educación superior. Es de esperarse que este encierro forzado consolide ideas de apertura que ya vienen gestándose hace tiempo desde las fronteras del conocimiento.
PARA DOCENTES Y ESTUDIANTES.
PARA GESTORES (1). La interfaz CAMPUS. 5. Pensar la universidad como una comunidad. La dependencia desmedida de las asignaturas, del espacio físico del aula y de las sesiones teóricas. 6. La vida en el campus. De los tres años de presencialidad obligatoria a la reinvención holística.
PARA GESTORES (2). La apropiación tecnológica. 7. El acceso al hardware, el software y la conectividad en la expansión digital del campus. Evitar las brechas digitales. 8. Universidades promoviendo sinergias y sociedades específicas con startups educativas. 9. La analítica del aprendizaje. Mejor información para universidades más inteligentes. 10. Inteligencia artificial al servicio de las universidades (y no de las corporaciones de datos).
“Expandir la universidad más allá de la enseñanza remota de emergencia. Ideas hacia un modelo híbrido post-pandemia.” por @Hugo_pardo y @cristobalcobo. Un nuevo ensayo @OutliersSchool de 74 pág. Descarga libre y gratuita desde hoy en: https://t.co/ph6paDOA2c pic.twitter.com/iKWcqqbhpF
— Outliers School (@OutliersSchool) May 10, 2020
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Posted in Education and ICT, innovación on May 11, 2020