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Más que hábiles en el uso de ‘cacharros digitales’ queremos ciudadanos digitalmente críticos

Holiday sunbathinig

Comparto una entrevista que saldrá publicada estos días…

1. ¿La tecnología debe sustituir al libro de texto en las aulas?

A la luz de la historia hemos aprendido que muchas de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación no reemplazan las anteriores sino que las complementan. Es verdad que hay momentos en particular que sí se han cambiado, por ejemplo pasamos del VHS a otros medios de consumos multimedia, pero es una realidad que en muchos casos se complementa lo viejo y lo nuevo, el cine no desapareció con la llegada de la televisión la radio no desapareció con la llegada de la televisión, etc. Todo se transforma en una selva digital de evolución constante. Y a la luz de eso creo que el libro no ha de ser sustituido por la tecnología digital sino que ha de ser aumentado y amplificado. Ahora, eso cuesta mucho trabajo y un cambio cultural, porque la primera tentación es poner el libro en digital y solamente convertir el libro en un pdf y eso es una profunda simplificación de las posibilidades que están detrás de la utilización de la tecnología. Por lo tanto, esa sustitución tiene que ser muy estratégica y uno de los complementos que puede ofrecer la tecnología digital es crear un libro amplificado de estructuras hipertextuales, de co-producción del conocimiento y de esquemas más flexibles para construir, adaptar y actualizar el saber.

2. ¿Qué ventajas y desventajas tiene su aplicación en el mundo de la educación?

Bueno, si entendemos las tecnologías como amplificadoras de capacidades entonces hay capacidades que nos lleva a hacer cosas más eficientes, y en ocasiones desplazamos algunas prácticas y hábitos. Ciertamente, desde la aparición o desde la expansión más reciente de las tecnologías digitales ha existido una gran preocupación en este sentido. Por ejemplo, hoy hay preocupación de que con la incorporación de las TIC a la educación éstas se conviertan en una plataforma de laissez faire para plagio. Existe una inquietud por parte del profesor por el mal uso del texto, por el hecho que el alumno haga una sub-utilización, de citas, de Wikipedia, del trabajo de otros, etc. Esa es quizás una de las desventajas a tomar en cuenta. Pero esto se puede trabajar con una agenda de probidad en el uso de la información y más aún de ciudadanía digital. También sabemos de riesgos, en el entorno digital, que exponen a los niños a otros circuitos de violencia y abuso (ciberbullying y grooming).

Ahora, yo creo que las desventajas hay que atenderlas y de manera consistente. Pero sospecho que son mucho menores que las ventajas y eso no significa que las tecnologías solamente son buenas. Sin embargo, las posibilidades que ofrecen las TIC en términos de acceder a un paradigma diferente de los que hemos tenido hasta ahora en términos de qué se entiende por conocimiento resultan muy significativas. El conocimiento ya es libre del soporte físico, es multiplicable, adaptable y permanentemente mejorable. Esto significa que el centro no está en el acceso a la información sino en la posibilidad de construir el conocimiento individual y colectivamente. Ese último aspecto juega un rol transformador de dimensiones que aún no hemos terminado de incorporar dentro del contexto educativo.

Los viejos son los que no juegan… Los viejos son los que no juegan…

3. ¿El uso de las nuevas tecnologías para todo puede aislarnos más y evitar la socialización del alumno?

Si las “nuevas” tecnologías las vemos de un modo más abierto, podemos preguntarnos por qué las seguimos llamando “nuevas”, ¿qué es nuevo? ¿Es PowerPoint una nueva tecnología? Tiene casi 30 años. Creo que este debate ha existido siempre, por ejemplo en Fedro de Platón (370 a. C.) él hablaba de cómo la escritura mermaba el pensamiento. Desde esa perspectiva, me parece que esa resistencia al cambio, a lo nuevo, a lo desconocido es una constante.

Hoy día existe también un discurso de la tecnología como algo que nos aísla. Yo creo que eso es un hiperreduccionismo, no digo que no exista, pero creo que son más los casos de personas que tienen la posibilidad de amplificar su capacidad de relacionarse con otros que aquellos que quedan aislados. Es interesante analizar cómo se han redefinido algunos conceptos sociales, por ejemplo el concepto de estar en contacto, ¿qué es estar en contacto? ¿Es estar frente a frente, mandarse mail, o whatsapp?. ¿Qué significa ser amigo?. ¿Es suficiente con el hecho que una persona esté en mi red social (las nuevas páginas amarillas digitales) o realmente se trata de tener la posibilidad de compartir tu vida personal y tus momentos especiales a otra persona? Me parece que esas cosas se han transformado, pero yo creo que más que aislarnos o hipersocializarnos lo que se han redefinido de manera profunda es la manera en que interactuamos con otros. Todo esto simplemente aumenta las importancia de que realmente sepamos cómo utilizar estas herramientas para enriquecer las prácticas de enseñanza y educación.

4. ¿Están preparados los profesores para su uso?

Todos sabemos lo que dice la prensa y lo que uno escucha en las charlas de café (ej. que los profesores está obsoletos o que poco entienden de tecnología). Pero la verdad es que cuando hacemos una análisis más profundo, es importante entender que el eje más importante de las TIC no es el acceso a la información sino la posibilidad de crear y reconstruir el conocimiento. Entonces en ese papel, los docentes tienen mucho que aportar, independientemente de cuáles son sus habilidades funcionales respecto al uso de las tecnologías. Si consideramos una visión más compleja, más ambiciosa de una ciudadanía digital que va más allá de lo instrumental y que se centra en cómo yo le doy valor a un conocimiento en un contexto distinto y aprendo a aprender de una manera ecológica entonces yo creo que los profesores tienen muchísimo que contribuir. El tema está en que tenemos que dejar de pensar en los profesores como técnicos en informática. Su rol no creo que sea el de ser expertos en cacharros digitales. Lo que tenemos que hacer es aprovechar lo mejor de las capacidades digitales de los estudiantes para que en conjunto con las habilidades cognitivas de los docentes podamos complementar ambos tipos de habilidades y experiencias.

5. ¿La tecnología genera desigualdades sociales teniendo en cuenta que no todos los alumnos pueden acceder a ella?

Parafraseando a Orwell, Si bien “todos” estamos conectados hay unos más conectados que otros (Rebelión en la granja, George Orwell). Sin duda que las desigualdades existen y van a seguir existiendo y cuando se resuelvan las actuales surgirán otras. O sea el acceso al teléfono hoy en día no es un factor de desigualdad social pero lo fue en su momento. El acceso a Internet hoy en día sigue siendo un factor de desigualdad, en muchísimo menor medida que hace 20 años, pero lo sigue siendo. Esta semana pasada se lanzaron los satélites O3b (“other 3 billion people” para dar conectividad a los habitantes del planeta sin acceso a Internet). Estos globos satelitales permiten ofrecer conectividad en zonas de mayor aislación especialmente útiles para zonas y sociedades más excluidas. En teoría al menos, podríamos decir que las desigualdades de acceso a infraestructura digital van a tender a disminuir pero sería un error inferir que porque esas desigualdades se pueden reducir ése será el “fin de la historia”. Lo importante es atender el tema de fondo que es contar con ciudadanos críticos digitales que puedan conocer y tener una postura frente a las bondades y desventajas de “lo digital”, ponderar aquello que se puede y no se puede (madurez digital), lo que es confiable y lo que no es confiable (ej. privacidad y seguridad), lo que significa una relación personal y mediatizada (lo individual y lo colectivo, lo privado y lo público), lo qué significa trabajar en tiempo real distribuido (repensar el valor del intercambio cara-a-cara), etc. Esa es la parte donde es muy probable es muy posible que sigan surgiendo nuevas desigualdades y brechas a pesar de que se resuelvan temas como el acceso o el uso de los dispositivos móviles. Es ahí donde tenemos que trabajar.

Posted in aprendizaje colaborativo, futuro, innovación on Jul 21, 2014

Cristóbal Cobo